sábado, 21 de diciembre de 2019

Algunos números que no intentan significar nada


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De  (Algunos números que no intentan significar nada)

(2010)

En las puertas del cielo la ciudad se detiene
nadie la invita a entrar
reconocer que esta chatura no es lo único que existe
más allá de ese dintel están cielo e infierno
ese verdadero imaginario

Tal vez.

***

Escuchar música siempre es necesario
o todo lo que queda
Ahora estoy con Goyeneche
(abandoné un momento los clásicos para sentirme yo
una aguja en los talones)
una voz de grava me atraviesa
(“garganta con arena”)
me traslada a espacios desconocidos
o mejor me hace reconocer otros espacios

Acá nadie puede tocarme
Ahora soy yo cabalgando en una melodía que apenas reconozco.

***

Esto de escribir resulta tarea fácil
te instalas en el aparato que tengas a mano
colocas lo que se te ocurre
(haces pasar cualquier cosa por ideas
acudes al absurdo/ la procacidad/ al sexo/algo de lo social
que no tenga sentido lo dices es algo secundario)
todo esto debe estar en galeras o en prosa
en la primera de bastos lo lees
aplausos el público no entendió o si entendió lo mismo
Más tarde lo publicas
tal vez tampoco alguien lo comprenda pero no es necesario
aparecerá algún “especializado”
te hará comparaciones con alguien que se supone “válido”
encontrará los parecidos
te declarará importante
se te pondrá el pecho así de grande
sin saberlo
Te convertirás en alguien importante
O parecido.

***


Sueño que los días transcurren pegados de la mano
solo elijo las manos
extraídas de ese cuadro de sueños
me acarician me excitan
contento sobre esa nube me desplazo
ahora estoy donde siempre quise
más allá de mí mismo

Despierto
los días transcurren lentos
separados
como todo.

****


No sé si mañana ya no estemos
Si el canto tempranero no se escuche
Si el cordel donde se dicen cosas sea solo un cordel

Preguntarnos dónde iremos siempre es innecesario
Para qué saber el camino si solo es el camino
Conocer el destino si es solo el destino

Ahora estamos aquí sobre esta cuerda
Amando cantando diciendo cosas.

Carlos Rojas González
(1943)

lunes, 15 de abril de 2019

Entrevista a Carlos Rojas González


Entrevista realizada por Génesis Maldonado y Korina Romero, alumnas de Tercero Bachillerato Sociales, del colegio IPAC (2012). 

Doctor en Ciencias del Lenguaje en la Universidad Sorbona de París IV (1980). Ha publicado trabajos de investigación y teoría semiológica, entre los que merecen destacarse: “Propuesta para el análisis semiótico del discurso”, “Discurso y referente”, “Entre semiótica y semiología”, “Boletín y elegía de las mitas” (ensayo de análisis semiótico), “Roles temáticos y pasionales en El extranjero, de Albert Camus”. Como escritor ha publicado obras literarias, entre las cuales cabe señalar: Poesía Provisional (poesía), “Diálogos y monólogos de un extranjero” (poesía), “Discurso para ser leído cuando llegue el buen tiempo” (cuentos), “Apuntes para conformar un texto” (poesía), “Un tiempo para decir” (poesía). También ha dictado los seminarios: “Introducción a la semiología (el lenguaje y la comunicación: una visión sistemática de la ciencia de los signos)” “La Semiótica en la Literatura”, “La modernidad en la poesía ecuatoriana”. Autor de ponencias y propuestas para una lectura lógica y polisémica. Profesor de semiótica, de teoría de la imagen y metodología de la investigación de la universidad ecuatoriana. En la actualidad se encuentra realizando proyectos socio – culturales con orientación semiótica.

1.- ¿Podría comentarnos una experiencia infantil que haya sido determinante para su inclinación a la literatura?

Hay muchas experiencias que pueden ser importantes para la producción de la literatura. Recuerdo que cuando tenía dos años y medio tuve una experiencia muy interesante, mi hermano me llevó a comprar pan en la mañana y fuimos por una calle larga hasta que llegamos a la panadería, un lugar que entonces yo veía enorme. Me quedé maravillado con todos los panes exhibiéndose y yo encantado divisé a la distancia un pan de dulce que me parecía enorme, mientras mi hermano conversaba con el dueño de la panadería, una señora salía, otra entraba hablando del marido, que sí que se portaba mal, que andaba con otra y del hijo que no estudiaba, así como ustedes que a veces no estudian, yo seguía viendo el pan hasta que mi hermano terminaba de hablar con el señor de la panadería y el dueño de la panadería viendo mis ojos así abiertos me regalo el pan de dulce grandote y yo lo llevaba como un trofeo a mi casa.
2.-¿Qué libros relee y que aporta cada uno para que sean sus favoritos?

Prefiero los clásicos, el aporte que se ve en cada uno de ellos depende del momento en que uno se encuentre interesado, generalmente alguien que escribe tiene que leer todos los días y trabajar todos los días, entonces uno va eligiendo de acuerdo a la necesidad que tenga y el interés, lo que ese libro le pueda aportar o no, hay libros malos que también aportan porque enmarcan la forma como no se debe escribir. Leo ciencia y literatura y el aporte está de acuerdo a lo que en ese momento sea mi interés.

¿Cómo cuáles por ejemplo?

La novela Cien años de soledad no me gusta, no me interesa porque está mal escrita y desde mi punto de vista es muy decorativa, en cuanto a un fragmento está bien pero en cuanto a un libro no. Entre mis autores favoritos se encuentran los poetas de la generación beat norteamericana, Allen Gingsberg, por ejemplo; los cuentos de Julio Cortázar, los poemas eróticos de Konstantinos Kavafis, la poesía de Mathew Arnold y Yorgos Seferis y por supuesto los jaikus, la poesía mínima japonesa con su máximo representante Bashô. 

3.-¿Cree usted que la tecnología reemplazará al libro como instrumento de conocimiento?

No, la tecnología no va a reemplazar al libro, la tecnología va a ayudar al conocimiento del hombre, por eso se llama tecnología, es una técnica, no es un conocimiento, entonces a ustedes que pasan en el internet, la televisión les van a facilitar todas esas cosas. Hay dos situaciones: la situación que nos facilita y la situación que nos aliena, hay gente que se pasa todo el día viendo la televisión, hay gente que chatea todo el día, están utilizando la tecnología pero no están incorporando ningún conocimiento, es una magia que les llega ya hecha, como dice Umberto Eco en el ensayo El mago y el científico.

Cuando ustedes leen un libro comienzan a descubrir cosas, no así en la tecnología que está todo hecho y su importancia radica en cómo va llegando la gente, las películas el ochenta por ciento son de vampiros, de desaparecidos, de sangre, de violaciones… la tecnología sí va a apoyar pero no a reemplazar, va a traer otro conocimiento, que es un conocimiento alienado, es decir que está fuera de sí y usted cree que es verdadero.

4.-¿Cómo es el proceso de escritura, tiene alguna relación con la inspiración?

La inspiración no existe, es la síntesis de la realidad que en un momento dado se mezcla con nuestro universo de conocimiento afectivo y busca la manera de manifestarlo, es decir el lenguaje adecuado.

- ¿Cómo podría definirla?

Es una connotación, un olor, un chico guapo o una chica. De repente olió en la perfumería de la vuelta una fragancia y le recuerda a Roberto, con quien tuvo una relación hace unos cinco años y ya no tiene nada que ver con él.

5.- ¿Cuáles son los acontecimientos favorables para un escritor?

Depende, pueden ser acontecimientos negativos o positivos que le van a desencadenar una situación para escribir, puede ser un acto familiar, un acto social pero siempre hay una línea de trabajo que está marcada por el amor, lo único existente es el amor, hay solo dos cosas seguras en la vida: el amor y la muerte, las dos nos van a llegar no tenemos que estar desesperados, los libros son de amor y muerte, el amor es englobante, si usted no ama no puede vivir, no importa que no la amen, lo importante es amar porque al amar uno descubre, como yo he dicho en mis libros, que uno no es el universo, que existen los otros. Los acontecimientos favorables de un escritor son los de cualquier persona de acuerdo a la perspectiva que se tenga. El amor es un elemento dominante en todos los acontecimientos de la vida, siempre que se aprenda a amar.

6.- ¿Usted cree que cuando se ama se tiene que dar el cien por ciento?

Depende de lo que usted crea que es el cien por ciento, el que quiere entregar todo, entrega todo. También hay que ver que cuando se ama se ve la condición del otro porque si el otro no merece ser amado usted va a dar una parte para simpatizar con él y aquí viene lo atractivo, la vida es una constante elección... por eso miren el sesenta por ciento de las parejas se divorcian, el cincuenta por ciento de las mujeres de cuarenta años están separadas del marido y con hijos.

7.- Entre el escritor y el hombre, ¿Qué diferencias se pueden encontrar?

El escritor es un hombre normal, es como el zapatero, como el betunero, como el profesor, es un hombre normal, lo que sucede es que el escritor abstrae lo que encuentra en la realidad , lo analiza y lo plasma en una escritura, el “hombre” llamado común, ve la realidad, se introduce en ella y la consume, simplemente no se da cuenta de lo que sucede. Por decirlo de una manera: el escritor sale del ascensor, el hombre se queda en él y no se da cuenta de lo que pasa, el escritor narra lo que pasa fuera del ascensor, los escritores somos los seres más conscientes aunque les parezca mentira, somos matemáticos, los más perfeccionistas. Yo a veces me siento a ver como son las chicas, como son  los hombres, veo las parejas y tomo nota. Una vez por semana me veo con un amigo escritor para ver las cosas, las minucias y ahí mismo se organizan los personajes, se los estructura, la mujer más bella, la mujer, la más fea, etc..

El escritor es un hombre como cualquiera con un oficio: escribir, lo que sucede es que analiza las cosas y busca la forma apropiada de manifestarlas. El otro llamémoslo “hombre”, las consume, no alcanza a analizarlas y su manifestación está determinada por las reglas de los demás, aquí hay una diferencia: el escritor elabora sus propias ideas…

8.- En el cuento “Discurso de un posible relato” se ve a la mujer como figura de inspiración para el escritor.

En ese cuento el escritor experimenta el amor que ella le da, cuando ya termina de escribir en la máquina, ella se va, ese es el problema del escritor, cuando uno está escribiendo los personajes se salen de la mano, hay un momento en el que se van y uno lo que hace es transcribir lo que ellos están diciendo, es increíble, es el momento de mayor placer, porque se imagina, es como si yo la escribo de usted y estoy tomando lo que usted está diciendo.

9.- ¿Qué le llevó a escribir el cuento “Recostado en la vidriera esperándote”, por qué tanta afición a la música?

El cuento se me ocurrió cuando escuché a mi hermano cantar en un tango bar, él cantaba acompañado de una orquesta a la que le daba lo mismo tocar en Nueva York, Buenos Aires o  Guayaquil. La vida del artista, del cantante específicamente es muy dura, puesto que tiene que vivir de una manera especial, trabajando hasta las cuatro de la mañana..  La vida del cantante es interesante porque tiene dos mundos: el mundo en el momento que canta y el otro cuando va a la casa, puede vivir en el suburbio pero la música es lo que le importa. El artista quiere morir en el escenario, ya que ahí vive una vida diferente,  que no se vive en la realidad. Yo siempre he querido ser cantante de ópera porque me hubiese gustado desplazarme a otro tiempo y otro espacio en cada uno de esos agudos...

10.- ¿Qué otros géneros escribe?

Yo escribo ensayos, poesía, crónicas y cuentos, considero que todos los géneros son necesarios para el escritor, quiero escribir una novela, pero hasta el momento no me he decidido, me agradan las crónicas, los cuentos, la prosa porque es una historia que me cuento a mí mismo, una película que he visto, que me la he contado, es un acontecimiento de mí para mí mismo.

Escribir poesía es reconstruir el lenguaje, puesto que nuestro lenguaje es horizontal y el de la poesía es vertical, la poesía y la música están muy unidos, yo escribo diferentes tipos de poesía. Escribir poesía es algo muy difícil, la crónica es lindísima porque de repente entro yo como protagonista de la acción.